Barrios de Venecia

Los barrios de Venecia reciben el nombre de sestriere, y son seis: San Marcos, Castello, Canareggio, Santa Croce, San Polo y Dorsoduro. Todos ellos se ven comunicados por la arteria fundamental de la ciudad, el Gran Canal, que a pesar de su magnitud sólo puede atravesarse andando por tres puentes: el de Rialto, el Scalzi y el de la Accademia. Aunque al principio nos dé la impresión de encontrarnos sumidos en el caos, Venecia es en realidad una ciudad acogedora y muy asequible, y puede recorrerse tranquilamente a pie en no más de dos horas. Merece la pena hacerse con un plano y empezar a caminar para descubrir sus rincones ocultos, callejuelas por las que apenas pasa un caminante, placitas con un pequeño árbol en el centro donde el tiempo parece haberse detenido… Los paseos en vaporeto también son recomendables, especialmente si queremos visitar alguna isla, como la de Murano, o tan sólo por el placer de navegar por los canales. Un aviso: los venecianos están prevenidos ante los dos males que conlleva el transporte en vaporeto, el male di mare (mareo típico que se sufre en la mar) y el male di terra (mareo que experimentamos cuando bajamos de la embarcación a tierra firme). Mejor que no nos pillen de sorpresa…
Barrios de Venecia

San  Marcos: La plaza que da nombre al barrio es el mejor lugar para comenzar un día de turismo por Venecia. Es la única piazza de la ciudad; a las demás se las llama campos. Se puede llegar a ella cogiendo uno de los vaporetos que circulan por el Gran Canal (nº 82 o 1); el viaje a través del canal hasta llegar a la plaza es muy recomendable. Y para atravesar el Puente de los Suspiros (cuyo nombre obedece a que era el último lugar por el que los condenados a prisión podían ver la ciudad antes de ser encerrados en la oscuridad, y allí exhalaban el último suspiro) hay que acceder al Palacio Ducal. En esta plaza está, por supuesto, la famosísima Basílica de San Marcos con su glorioso Campanile. El atardecer con la luz rosada reflejándose en los edificios es un acontecimiento para no perderse; y por el mismo barrio podremos encontrar calles muy comerciales, como la Merceria, y galerías que comercializan cristal de Murano con diseños de todo tipo, hasta los más rabiosamente contemporáneos.

Cannaregio: El nombre de este bello y poco concurrido barrio de Venecia obedece al antiguo nombre del Canale di Cannaregio: Canal Regio. Por él se entraba a Venecia antes de que la zona se comunicara con tierra firme mediante el ferrocarril. Por el norte, los muelles miran a las islas de la Laguna, y por el Sur el barrio limita con el Gran Canal. En este barrio nacieron Tiziano y Tintoretto, y Marco Polo comenzó desde aquí sus viajes por el mundo. Dotado de un gran encanto, está repleto de callejones, talleres de artesanos y bares y restaurantes modestos y tranquilos. Atención a los mochileros: es un buen sitio para encontrar algún establecimiento para comprar comida y donde encontrar color local, con buena conversación con los venecianos de toda la vida en cualquiera de los bares y tascas. No hay que perderse la iglesia de la Madonna dell´Orto, con obras del Tintoretto, o el Ghetto, el barrio judío más antiguo del mundo, así como Ca´d´Oro, un palacio con una importante colección de arte.

Castello: es el sestiere más grande de la ciudad, y si nuestra estancia en la ciudad nos lo permite, merece la pena darse una vuelta por él por la cantidad de edificios, iglesias y museos importantes con los que cuenta. Se extiende desde el Este desde San Marcos y Cannaregio hasta Santa Elena, y es un barrio conocido sobre todo por ser el emplazamiento de la famosa Bienal de Arte de Venecia. Desde el Puente Della Paglia obtendremos una vista perfecta del Puente de los Suspiros, y también podremos visitar en el sestiere las iglesias de la Pietá, San Giorgio dei Greci y San Zacaria. La zona de Arsenale, antigua ubicación de astilleros, alberga hoy el Museo Storico Navale.

Santa Croce y San Polo: así llamados por las iglesias que se alzan en sus límites, en estos barrios se asentaron los primeros habitantes de Venecia y a partir de ellos comenzó a formarse lo que sería el barrio de los mercaderes, centro comercial de Venecia, en el s. XI. El Campo de San Polo ha sido testigo de importantes hechos históricos, y en estos barrios se ubica también el archifamoso puente de Rialto sobre el Gran Canal. San Polo es un barrio animado y bullicioso, con ambiente de mercado, muchos puestos y gran cantidad de bares; por su laberinto de callejuelas descubriremos la Venecia más humilde. También podemos encontrar museos y galerías de arte moderno y maravillosas iglesias, como la de San Giacomo de Rialto (s. XI) o la más importante, Santa Maria Gloriosa de I Frari.

Sestiere de Dorsoduro: situado el sur de Venecia (al este del Puente de la Accademia), debe su curioso nombre a la dureza del subsuelo de esa zona en concreto. Es un vecindario tranquilo, apacible y soleado, que cuenta en su haber con los dos museos más importantes de la ciudad: la colección Peggy Guggenheim y L´Accademia. También cuenta con edificios emblemáticos, como la Dogana di Mare (edificio de Aduanas del s. XV con dos atlantes y una veleta) la Iglesia de la Salute o el palacio Ca´Rezzonico. El barrio de Dorsoduro tiene lo que se podría llamar la vida nocturna más animada de Venecia; con muchos cafés y bares, así como edificios universitarios. No hay que perderse el Campo de Santa Margherita, que por la mañana es un mercado de frutas y pescado, y por la noche, una bulliciosa reunión de terrazas. En el lado sur se encuentra Zattere, un muelle que se enfrenta a la Isla Giudecca. En los bajos de las casas se han abierto bares con terrazas para descansar viendo el atardecer y disfrutar de algo más de vida nocturna.

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